domingo, 21 de diciembre de 2008

LA PERICORONITIS

Es la inflamación de los tejidos blandos que rodean la corona de un diente erupcionado parcialmente.

Esta entidad es más común en sujetos con edades comprendidas entre 17 y 25 años, es una causa común de hinchazón en la cara y generalmente se asocia a los tejidos retromolares del tercer molar inferior, aunque cualquier diente puede estar involucrado.
Entre los síntomas que se desarrollan, las quejas predominantes del paciente consisten en limitación de la abertura maxilar, dolor e incomodidad al deglutir.

La inflamación se puede extender posteriormente a los pilares anteriores de las fauces y afectar a los músculos pterigoideos, lo que conduce a trismus.

Se pueden desarrollar abscesos periamigdalinos como consecuencia de la diseminación de la infección.

El trismus es un síntoma importante para el diagnóstico, y el escurrimiento de saliva desde la comisura labial a menudo es un signo característico.

Los nódulos linfáticos en el lado afectado están agrandados y blandos, el aliento es fétido y puede presentarse alguna alteración al gusto.

Hoy día se sabe que la Pericoronitis es una infección polimicrobiana, donde los microorganismos implicados son predominantemente anaerobios obligados, aún cuando se sabe que es de las bacterias predominantes en las formas avanzadas de enfermedad periodontal, no se aísla usualmente a partir del saco pericoronario, lo cual ha sido interpretado como que la Pericoronitis no es una forma modificada de enfermedad periodontal.

TRATAMIENTO
El manejo terapéutico de la Pericoronitis consiste básicamente en el retiro de los dentritus que se encuentran alojados en el interior del saco pericoronario que rodea al diente implicado a través de irrigación, y también incluye la eliminación quirúrgica del capuchón pericoronario, así como la prescripción de antimicrobianos, en caso de ser necesario.
Usualmente se han empleado antibióticos ß -lactámicos en el tratamiento de esta patología; no obstante, el empleo de Amoxicilina más Ácido Clavulánico, o la combinación de Metronidazol más Espiramicina, o Metronidazol solo, han constituido otras alternativas eficaces de tratamiento.
Por otra parte, si el diente involucrado está impactado, debe realizarse la extracción del mismo.




MAL POSICION DENTARIA

¿Que es una malposición dentaria o maloclusión?
Los Ortodoncistas usan la palabra maloclusión para describir una variedad de problemas relacionados con los dientes y los maxilares, existe una maloclusión cuando al cerrar la boca los dientes no engranan adecuadamente.
¿Por que tengo maloclusión?
Puedes haberla heredado.
Por ejemplo, si tu padre tiene los dientes grandes y tu madre los maxilares pequeños, puedes haber heredado los maxilares pequeños para alojar a los dientes grandes, produciéndose problemas de apiñamiento por falta de espacio.
Existen hábitos perjudiciales como: chuparse el dedo, respirar por la boca, morderse las uñas o el labio, empujar la lengua contra los dientes, morder objetos extraños (lápices, ganchos, pipas, etc.) que también pueden producir maloclusión.
Esto ocurre porque la presión constante sobre los dientes y maxilares pueden poco a poco producir deformidades y desviaciones en los mismos, ya que ellos no son tan inmóviles como parecen.
¿Cuales son los tipos de maloclusión?
Las malposiciones o maloclusiones pueden afectar a los dientes solamente y son llamadas maloclusiones dentarias en ellas los dientes están apiñados, desalineados, torcidos o separados; además de los dientes pueden estar afectados los maxilares siendo llamadas maloclusiones esqueletales donde existe diferencia entre el tamaño o la posición de un maxilar con respecto al otro (maxilar vs. mandíbula).
Una persona puede tener uno o los dos tipos de maloclusión, y dependiendo de la severidad del caso el ortodoncista determinara cuando debes empezar tu tratamiento ortodóncico, que tipo de aparatos necesitas y la duración del mismo.
Los dientes pueden estar en distintas posiciones cuando salen de la oclusión normal, así pues pueden estar apiñados, cruzados, separados, puede haber exceso de dientes (dientes supernumerarios) o ausencia de ellos (ausencias congénitas), o pueden estar retenidos (que no han podido salir).
En ortodoncia básicamente hablamos de tres grupos de maloclusiones en las cuales se pueden presentar las características antes nombradas estos grupos son: Clase l, Clase II , y Clase III. Cada una de ellas deberá ser tratada de una manera distinta, y de ellas la más frecuente es por lo general la Clase l.
Clase l: Las maloclusiones de este tipo se observan cuando los maxilares están bien alineados pero los dientes no engranan bien.
Pueden haber dientes demasiado grandes o demasiado pequeños para los maxilares, lo cual dificultará la masticación, facilitará la aparición de caries y enfermedades de las encías (sangramiento etc.) y a veces afecta la apariencia personal.
Clase II: A este grupo pertenecen la mayoría de los que tienen los “dientes volados” o protruídos que sería el termino adecuado para nombrarlos.
Puede ocurrir cuando el maxilar superior crece mas de lo normal y se ve sobresalido o cuando la mandíbula es deficiente, o sea no ha crecido lo suficiente.
En pacientes adultos, una deficiencia mandibular muy grande puede requerir cirugía.
Clase III: Es la menos común de las maloclusiones.
La mandíbula luce mas salida o protruída que el resto de la cara, pero también puede deberse a una deficiencia en el crecimiento del maxilar superior.
En niños muchos casos pueden ser tratados con relativo éxito, pero algunos de ellos requerirán de un tratamiento combinado de Ortodoncia con Cirugía para su corrección adecuada
Otros de los problemas más comunes que pueden verse en cualquier maloclusión son:
Mordida cruzada: uno o mas dientes ya sea de los anteriores o de los molares puede estar en una relación invertida con su antagonista
Mordida abierta: Cuando no pueden chocarse los bordes de los dientes de adelante, a pesar de que los molares si contactan , es muy común en los succionadores de dedo y en los respiradores bucales
Mordida profunda: Los dientes superiores cubren demasiado a los dientes inferiores, llegando en algunos casos a contactar con la encía del paladar al masticar e inhibiendo el crecimiento normal de la mandíbula en pacientes jóvenes, pudiendo causar además lesiones
¿Cuándo es importante iniciar el tratamiento de los dientes mal posicionados y huesos maxilares?

El criterio de atención actual establece que cuando sea detectada la malposición dentaria, como es la forma de juntar los dientes, notoria falta de desarrollo de los huesos de la cara, descubierta por los papás, pediatra, o dentista, el niño deberá ser enviado para su revisión al dentista con especialidad en Ortodoncia, que se encarga del diagnóstico y tratamiento de las malposiciones dentarias que interfieran en el crecimiento facial, por medio de aparatos y aditamentos (brackets) colocados en los dientes.

El tratamiento se inicia a la edad de cinco años, si el diagnóstico ortodóncico lo indica.

Se aconsejaba hace años empezar el manejo de los dientes no alineados en el maxilar y mandíbula hasta que hubiesen erupcionado todos los dientes definitivos a la edad de 13 ó 14 años, lo cual ocasionaba que no se aprovechara el crecimiento y desarrollo del niño, guiando así la salida de los dientes permanentes a su posición funcional y estética.

Nuestra recomendación es que el ortodoncista sea certificado por el consejo de la especialidad.

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