jueves, 18 de septiembre de 2008

EL FLÚOR EN ODONTOLOGÍA

El uso del flúor, trae consigo grandes avances y beneficios.

Es considerado de gran importancia en la prevención de la caries dental.

Gracias a la intervención del flúor se puede evitar el desarrollo del proceso de caries desde sus estadios iniciales, seguimiento, control, e incluso evitar la evolución.

Métodos de Aplicación

Método Sistémico.- Cuando se ingiere agua fluorada, el fluoruro entra en contacto con los dientes en la cavidad bucal (efecto tópico).

Después de ser ingerida, el flúor es rápidamente absorbido y entra en la corriente sanguínea, saturándose en los huesos y aparece en la cavidad bucal a través de la saliva y el fluido gingival (nuevamente aplicación tópica).

Método Tópico.- Al ser aplicado sobre el diente se forma una capa de fluoruro de calcio, contamos con las siguientes presentaciones: dentífricos, enjuagues bucales, aplicaciones de geles.

a) Dentífricos (Pasta Dental): En el caso de los niños, dependiendo de la edad, algunos todavía no presentan un desarrollo neuromotor que evite la deglución, pudiendo ingerir el dentífrico de manera excesiva.

Para evitar esta posibilidad de intoxicación crónica se debe utilizar una pequeña cantidad de dentífrico sobre los cepillos dentales de estos niños (semejante a una lenteja).

b) Enjuagues bucales: Los enjuagues bucales para uso domiciliario son usados de manera complementaria en la prevención.

Este método es recomendado con mayor exigencia antes de dormir, debido a que en este momento no ingerimos ningún tipo de alimento, lo cual favorecerá una mayor concentración de flúor mantenido en la cavidad bucal.

Durante el sueño el flujo salival disminuye, lo cual también contribuye para una mejor permanencia de los fluoruros, no solubilizándose con la deglución.

Respecto a la prescripción en niños de este método, el odontólogo debe verificar si el niño ya presenta capacidad para realizar el enjuague y escupir.

Esta evaluación debe ser realizada utilizándose un vaso que presente una marca indicando la cantidad de enjuague ofrecido. Se solicita que el niño realice el enjuague y que devuelva la solución al mismo vaso.

Al evaluar la marcación se observará si el volumen es mayor al inicial, lo que demostrará que el niño presenta las condiciones necesarias para poder realizar el método.

En caso de que el volumen sea inferior del inicial, significa que el niño ha deglutido la solución y no ha realizado el enjuague adecuadamente.

Cuando el niño no presenta la capacidad de hacer el enjuague se orienta a los padres o al responsable que apliquen la solución con hisopo sobre la superficie dentaria.

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